Seguramente, todos recordaréis a algún buen profesor que tuvisteis. Hizo que aprendierais sin daros cuenta y os empezasteis a interesar verdaderamente por la materia. Probablemente lo que ocurrió fue que ese profesor supo cómo motivaros. Una asignatura cambia enormemente cuando se pasa de un mal profesor a un buen profesor.
Hay que tener en cuenta los cambios en la sociedad: las familias ya no están tan estructuradas como hace unos años y, al entrar la mujer en el mundo laboral, las casas se quedan vacías y los niños solos. También influyen las nuevas culturas y el desarrollo de la tecnología.
Para enseñar a los niños en clase hay que saber cómo captar su atención. Hay que partir de lo que ellos conocen, de lo que les importa, para que hagan ese conocimiento suyo y sepan cuál es su utilidad.
Creo que imponer el conocimiento de cualquier forma es sólo una manera de perder el tiempo. Porque así no lo pasas bien y si aprendes algo, lo olvidas con facilidad. En cambio, como decían en "La Vida es Así", "si la lección es divertida, nunca se olvida" xD
Hay motivación intríseca, que se da cuando viene de dentro de la persona, y extrínseca, cuando viene de fuera: por ejemplo, cuando los padres prometen hacer un regalo a los niños a cambio de buenas notas. Ambas están muy ligadas. Es siempre mejor que haya más intrínseca que extrínseca.
Como información adicional, muestro a continuación una forma gráfica de ver las principales necesidades humanas: la Pirámide de Maslow. Es una teoría psicológica que sostiene que cuando se cubren las necesidades más básicas, se comienzan a desarrollar otras más elevadas.
Un buen profesor tiene que ser capaz de enseñarte a ver, hacer, leer imágenes, actuar y aprender. Tiene que hacerte sentir que lo que está sucediendo en el aula es algo único e irrepetible. Debe proporcionar lo necesario para que el alumno sea capaz de llegar a cubrir las parte más alta de la pirámide.
Imagen extraída de http://http://es.wikipedia.org/wiki/Pir%C3%A1mide_de_Maslow
Educación Plástica Visual
Hay un problema en el caso de la educación plástica: no se toma en serio. Esto viene de la relación que tiene con los trabajos manuales, una forma de pasar el tiempo, entrtenerse, y la mayor parte de culpa de esto la tienen los padres. Ellos son los que transmiten esa idea a los hijos. Los otros culpables son los profesores no cualificados para enseñar plástica. No existe un orden en el aprendizaje y los alumnos no saben qúé han aprendido.
Así que, si queremos que la enseñanza artística mejore en el país, ya sabemos qué hay que cambiar.
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