Hay una gran diferencia entre el uso que se hace en oriente y en occidente, los orientales son más espirituales y no representan el cuerpo de formas tan diversas, se le da menos importancia a la anatomía. En el arte japonés no se representan las sombras.
Los griegos, en la antigüedad, avanzaron mucho e hicieron del cuerpo humano la medida de todas las cosas.
Se han pasado por diversas etapas en la historia, desde buscar la proporción ideal (Grecia antigua) a encontrar la belleza en las cosas asimétricas (Leonardo) o en la cirujía estética (actualidad).
Época actual:
Como no nos es suficiente el cuerpo que nos ha dado la naturaleza, necesitamos extensiones. Los seres humanos producimos extensiones de tipo tecnológico (teléfonos móviles, internet, medios de transporte, etc.)
El cuerpo se convierte en un mero transportador de la cabeza, ya que
somos ideas. Tendemos hacia lo etéreo, nos queremos deshacer de la masa que cargamos a diario.
Hay múltiples formas de usar el cuerpo humano, se puede tratar como soporte, se puede envolver, moldear, deformar, pintar e incluso trocear... (si, se pueden hacer cosas macabras tratándose de arte).
Hans Bellmer. Extraído de http://maitedono.blogspot.com/2009_11_01_archive.html
Damien Hirst, Virgin Mother. Extraido de http://barcadecaronte.wordpress.com/
Byron Kim, Synechdoche (Es un mosaico de pieles humanas). Extraído de http://www.moma.org/explore/multimedia/audios/34/807
Ana Mendieta. Extraído de http://maitedono.blogspot.com/2009_11_01_archive.html
Con la incorporación de la mujer en el arte, nos encontramos con el cuerpo transgresor.
El cuerpo en el arte se vacía, se transparenta, se deshace, se fragmenta (Damien Hirst), hasta se trabaja con las células. Hallamos el cuerpo empaquetado, enfermo, monstruoso, muerto, cibernético.
En definitiva, hay cientos de posibilidades, y seguro que aún se pueden encontrar más.
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